El cuarto de Verónica, de Ira Levin.

Dirigida por Virginia Magnago. Con Silvia Kutika, Fabio Aste, Fernanda Provenzano, Luis Porzio.

En el Metropolitan Sura. Av. Corrientes 1343, CABA.

Funciones: miércoles 21hs.

Lo fantasmagórico en la literatura es utilizado para rever injusticias, hechos no resueltos o nefastas acciones, aunque difícilmente se logra solucionar lo ya acontecido sin crear nuevas almas en pena o inconscientes con patologías. Los sufrientes necesitan examinar los hechos ominosos para buscar nuevos procesos que liberen el sentimiento de culpa. Algunos espectros regresan… otros, jamás se fueron porque quedan atrapados en su propio cuerpo y alma tormentosa.

La obra teatral El cuarto de Verónica fue escrita por Ira Levin, también autor de Trampa Mortal. Algunas de sus novelas fueron versionadas en el cine como El bebé de Rosemary o Los niños del Brasil; pero se negó férreamente a transponer del escenario teatral a la cinematografía a El cuarto de Verónica, por considerar que perdería la esencia de su dramaturgia.

¡Y realmente no se equivocó! Levin escribió este guion con una precisión de relojero. Nada esta puesto azarosamente, cada detalle, cada objeto, cada acción, cada palabra, cada mirada son piezas de un rompecabezas de suspenso, que capta la atención de la platea, tensa los músculos de los espectadores y los sorprende con cada giro del relato escénico.

La directora Virginia Magnago logra, con el soporte de la música incidental, que la temporalidad diegética se bifurque, se entrecruce y confunda a los personajes que se incorporan a la narrativa con una esquizofrenia perversa o instintivamente salvadora, lo que provoca que el público se asombre ante las escenas liminales con la locura.

Los actores conforman un grupo compacto, con naturalidad trabajada se mueven en ese laberinto de perversión. Silvia Kutika brilla en el escenario, la composición del personaje la basó en su corporeidad, su mirada y su tono de voz.

Subrayo una escena donde ella está sola, y cual si fuera un montaje cinematográfico cambia su postura y su mirada. Es un momento “bisagra” en el relato. Pero… nada es lo que parece.  Paralelamente y en equilibrio con Kutika, Fabio Aste despliega sus habilidades actorales, dando como resultado el verosímil necesario para el thriller psicológico. Fernanda Provenzano y Luis Porzio complementan perfectamente como piezas necesarias para el suspenso y la tensión.

Han crecido como compañía teatral y como prueba de esto realizan funciones simultáneas en Mar del Plata y CABA, intercalando giras por el gran Buenos Aires, El público responde con el apoyo y recomienda, sin spoiliar, para preservar la experiencia subjetiva de quien ira a verla.

Obtuvieron dos “Estrellas de Mar” como mejor obra dramática y como mejor actriz de drama para Silvia Kutika. Cabe señalar que Fernanda Provenzano estaba ternada en este rubro.

La pregunta clave es: ¿Quién se atreve a entrar al cuarto de Verónica?