Ese lugar mágico que es el Teatro del Pueblo (Lavalle 3636-CABA) nos volvió a recibir con otro espectáculo magnífico.
 
En ella nos encontramos envueltos en melodías campestres arrancadas de una guitarra en vivo previo a subir a las butacas, como un prefacio de lo que veríamos a continuación.
 
Transcurre la década del ’40, en un pueblo de la provincia de La Pampa (campestre y gringa). Allí, dos actrices, Estrella (Karen Koch ) y Blanca (Denise Cotton), se encuentran en plena gira y se plantea una situación fluctuante entre el dramatismo y la comicidad.
 
Ambas son abandonadas a su suerte debido a que Amador (productor y director de la obra, esposo de Estrella y amante de Blanca), se fuga con otra mujer y todo el dinero, quedando ambas abandonadas a su suerte.
 
Esa suerte esquiva que las obliga a replantearse como seguir, como sobrevivir incluso soportando una gran inundación (escena de una calidad excepcional) y valorando lo que realmente ellas aman: el teatro.
 
Los diálogos picantes, las voces al compás de la guitarra, la letra apropiada a la situación, las luces y la música en vivo proponen al público presenciar el dolor, la angustia y la picardía de ambas protagonistas, además de traernos al recuerdo aquel tipo de teatro, recreando a grandes artistas populares de esa época.
 
No saldrás defraudado de la sala, todo se conjuga para sumergirte en el mundo de Estrella y Blanca, donde ambas actrices (Denise Cotton y Karen Koch) despachan sus personajes con un donaire especial, con la personalidad y el talento que exige el libreto, sumado el músico Claudio Riva y su guitarra involucrándose como un partícipe más de la obra.
 
¡¡Felicitaciones!!
 
La dramaturgia está a cargo de Sandra Franzen (Ganadora del III Premio del Concurso Nacional Dramaturgias Escritas por Mujeres del Instituto Nacional del Teatro) con una apropiada dirección por parte de Sergio Grimblat que ensambla los elementos necesarios para involucrarte en el espectáculo.
 
Gracias a Andrea Feiguin por la posibilidad que tuvo “Mañana puede ser tarde” de poder presenciarla.