Nuevamente llegó al Teatro Roma de la ciudad de Avellaneda (Bs.As.), una comedia que transitaron varios artistas y pisó diversos escenarios de nuestro país, siendo multipremiada como mejor comedia, mejor dirección y mejor actor.

La dinámica expuesta por los diferentes actores dentro del papel que les tocó transitar, la energía expuesta, junto a pases de baile, canto y expresión, la complicidad con el público y el constante pendular entre el amor y el desamor, convierten a esta obra teatral en un entretenimiento que entrega comicidad y reflexión a la vez.

Cuatro visitadores médicos, cuatro “perdedores sin solución”, cuatro historias de amor diferentes sobre el dolor de la pérdida, el olvido, encuentros, desencuentros y una necesidad extrema de expresar sus conflictos entre amigos mostrando la otra faceta del hombre dolorido, en constante crisis, en tiempos de una masculinidad cuestionada.

La ductilidad de Victor Laplace (canto, baile, guiños cómplices con el público), un Osvaldo Laport (energía corporal, dificultad física impuesta por el personaje), junto a Pablo Alarcón (lírico y romántico en un enternecido personaje) y Roly Serrano (mudo, gesticulando constantemente y sorprendiendo al final) dan a la obra del argentino Rafael Bruza, la dosis necesaria de humor y dolor, condimentos atrapantes del espectáculo.

Nuevamente el Teatro Roma de Avellaneda brindó al público otro evento artístico de calidad.